El GPS, tiene efectos positivos sobre nuestro planeta: una interrupción en su funcionamiento incrementaría la emisión de gases contaminantes.
Quienes utilizaron la tecnología GPS entre 2000 y 2017, ahorraron 19,7 mil millones de galones de combustible, valorados en 58.000 millones de dólares.
Mediante los sistemas de posicionamiento global es mucho más fácil que los conductores seleccionen la ruta más rápida para circular entre dos puntos. Cuando sus dispositivos receptores son instalados en boyas, por ejemplo, sirven para prevenir derrames petroleros y otras catástrofes medioambientales. En algunas zonas de nuestro planeta, han sido útiles para predecir los terremotos.
La aplicación del GPS en el sector telemático, encargado de la gestión vehicular remota, evitó que 71,1 millones de toneladas métricas de dióxido carbónico (CO2) fueran liberadas entre 2000 y 2017.
Hoy por hoy, son muchas las industrias con grandes flotas comerciales que utilizan el GPS ahorrando dinero y mejorando el medioambiente. Cabría mencionar las que se dedican al envío y la logística, la construcción, los servicios a domicilio (reparaciones, plomería, jardinería, asistencia en carretera bajo demanda…) o los servicios generales (electricidad, agua, gas, telecomunicaciones…).
El 2020 empató con el año más cálido de la serie histórica registrada, 2016. En este contexto, los GPS contribuyen a disminuir el gasto energético, alineándose con los Objetivos Mundiales para el Desarrollo Sostenible (ODS). Por ende, usar dispositivos con GPS es bueno para el planeta y la reputación de su negocio.
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